Pocos musicos sientan y puedan interpretar la zamba como lo hace el Mono Villafañe.  Tucumano, enamorado de su Tafi Viejo, técnico electromecánico, ex ferroviario, el Mono Villafañe es un discípulo dilecto de Mercedes Sosa y Vitillo Avalos, esas dos grandes voces que moldearon su canto. Los otros maestros, quizás los más importantes que tuvo en su vida y marcaron su tucumanidad son el poeta Osvaldo Chichí Costelo y el Chivo Valladares.

El Taficeño, dueño de una voz particular en el folclore tucumano, nos cuenta que “Yo comencé como todos los chicos, imitando a los Fronterizos a los Chalchaleros. En aquella época se cantaba a Los Cantores del Alba hasta que un día en el año 1969 lo conozco a Osvaldo Manuel Costello. Cuando lo conozco a Chichi Costello mi perfil cambiá completamente. Empiezo a escuchar grupos vocales. Empiezo a escuchar Yupanqui, el Chivo Villadares, más Leguizamón-Castilla, más Falú-Davalos, y el Dúo Salteño.. El silencio es lo que me enseñó Costello. De ir al cerro a escuchar el silencio y el silencio es lo que necesita la zamba tucumana.

Una joya en el repertorio tucumano, que compartimos desde adntucumano.

 

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