La cosecha de premios del cine tucumano confirma un año exitoso para las producciones surgidas desde la provincia. Si bien a la cabeza de los reconocimientos se sigue mencionando a “Planta permanente” (si bien no se filmó en Tucumán, es el origen de su director Ezequiel Radusky y de su protagonista Liliana Juárez), otras dos realizaciones acumulan estatuillas.

El falso documental “Zombies en el cañaveral”, de Pablo Schembri, agregó a su estantería de distinciones el premio del público otorgado en el festival Gbiennale de Australia, y el de mejor película otorgado por la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina en la edición número 15 del Festival de Cine Latinoamericano de La Plata. Estos se agregan a los tres obtenidos en el Buenos Aires Rojo Sangre (mejor película internacional, mejor guión iberoamericano y mejor actor principal, para Ofelio Linares Montt) y al de mejor película argentina en el Tucumán Cine Gerardo Vallejo, las dos citas más importantes de las que participó.

A su vez, el documental “La hermandad” se impuso como mejor película argentina en la competencia del Festival Audiovisual Bariloche. “Es un filme que retrata la infancia masculina, en una escala íntima pero universal; sobre el sentido de pertenencia y la creación de identidad”, define su director Martín Falci Frosoni a la producción.

El registro directo (alejado totalmente de la ficción) se hizo sobre el último campamento reservado sólo a varones (luego fue mixto) en el Gynmasium Universitario, una experiencia iniciática para los más chicos de 10 años. La filmación se realizó en 2017 y el encuentro estuvo dedicado a la memoria del alumno Matías Albornoz Piccinetti, conocido como Paver, asesinado pocos meses antes.

Fuente: La Gaceta